El nuevo método de distribución de medicamentos implementado a principios de año en las farmacias cubanas no ha logrado los resultados esperados. La estrategia, que establecía cronogramas de venta por consultorios cada 6 o 7 días, no ha resuelto la crisis de fármacos en la isla.
Usuarios entrevistados por Martí Noticias señalan que el problema central es la falta de abastecimiento y no la organización de la venta.
Regla Burunate, esposa del preso político Francisco Rangel Manzano, evidencia esta situación.
El opositor encarcelado en la prisión de Canaletas, Matanzas, padece una cardiopatía y enfrenta escasez constante de sus siete medicamentos requeridos.
"Eso no da resultado ninguno porque no abastecen. Eso no alcanza para todo el mundo", declaró Burunate, añadiendo que su esposo también es hipertenso. Ella misma sufre de hipertensión y debe buscar alternativas ante la ausencia de medicamentos como el enalapril.
El doctor opositor Eduardo Cardet, desde Holguín, corroboró a Martí Noticias que esta situación se mantiene.
Cardet explicó que si bien la organización por consultorios no sería negativa con una distribución constante de medicamentos para enfermedades crónicas, "el problema estriba en que las ausencias continúan".
El médico subrayó la importancia de la estabilidad en el tratamiento, las dosis y los horarios, y destacó el agravante del estrés psicológico que viven los afectados generado por la incertidumbre ante la falta de medicamentos esenciales.
A inicios de mayo, el medio estatal Escambray reportó la crisis de medicamentos en Sancti Spíritus, señalando que en 2024 y lo transcurrido de 2025, la disponibilidad de medicamentos esenciales apenas alcanzaba el 50% del cuadro básico.
Los faltantes se extienden a casi todos los grupos farmacológicos, incluyendo antibióticos, antihipertensivos, analgésicos, antihistamínicos, antiinflamatorios, esteroides, antipiréticos, psicofármacos y anticonvulsivantes. Las carencias afectan incluso la atención a pacientes graves y oncológicos. Ni siquiera en los hospitales se encuentran insumos como bránulas, jeringuillas, bisturíes, catéteres, citostáticos y sondas.
Según el medio Escambray, los precios de los medicamentos en los grupos de venta en línea son "realmente impactantes", con productos que se ofertan a diversas tarifas y, en ocasiones, solo en dólares.
Como ejemplos se citan: Amoxicilina en suspensión a 700 pesos, Rosefín a 650, Cefalexina a 550, Metocarbamol a 500, Levotiroxina Sódica (25 tabletas) a 750, cinco óvulos de Metronidazol con Nistatina a 600, y cremas dermatológicas entre 800 y 900 pesos.
A principios de 2025, Maurilis Acosta Nápoles, jefa de servicios farmacéuticos de la Dirección General de Salud Pública en Camagüey, aseguró que la venta en farmacias comunitarias se organizaría por consultorios, priorizando medicamentos y pacientes vulnerables. Sin embargo, Radio Martí había reportado, tras el anuncio inicial del plan, que una administradora de farmacia en Camagüey confirmó que, si bien el método aportaba organización, la insuficiencia de medicamentos persistía.
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